Por Obed Pichardo.- 9 de julio de 2009
Al parecer, las expectativas que se cernieron en las mentes del mundo, o de la mayoría de estas, acerca de la ascensión al poder en los EE.UU., de un mulato, al que llaman negro, comienzan a derrumbarse, y esto porque Obama parece seguir los mismos lineamientos de todos los presidentes que han ostentado el poder en ese país del norte de America; es oportuno recordar que a lo largo de la historia, los gringos, han metido sus narices en asuntos internos de casi todos los países del mundo, con la excusa de que ellos son la primera potencia del planeta, y por consiguiente les corresponde defender los derechos de los mas débiles, pero ya esa teoría es agua pasada, para todos es conocido que los estadounidenses solo velan por sus propios intereses, en el 1916 y en 1965 nuestra media isla también fue victima de la injerencia del gigante del norte, y aún quedan remanentes; pero lo que queremos resaltar en esta ocasión es el caso del pueblo hondureño, que está siendo dirigido por un gobierno de facto, producto de un golpe de estado orquestado por algunos sectores políticos, militares, religiosos y empresariales, en contra del presidente legítimo de Honduras, quien fue destituido del poder y expulsado deshonrosamente de su propio país, violentando esto la carta democrática de los países que pertenecen a la Organización de Estados Americanos O. E. A. pero debilitando también la democracia interna de esa nación centroamericana, dibujando en el horizonte el peligro de que estos hechos nefastos e inaceptables, sean extrapolados hacia nuestros países, frustrando así, el proceso democrático y el estado de derecho en nuestra región americana; y a todo esto, nos llama mucho la atención la reacción tardía, tímida, y a la vez sospechosa de Washington, entonces de ahí nos nacen dos preguntas: ¿Quien es realmente el que está detrás de este golpe de estado? ¿Cuáles son los intereses que se han visto afectados durante el gobierno encabezado por Zelaya?
Está en las manos del presidente Barak Obama el cambiarle o no el rostro injerencista a esa fructífera nación.
Confiemos en que todo saldrá a la luz.
Hasta el próximo comentario.
Al parecer, las expectativas que se cernieron en las mentes del mundo, o de la mayoría de estas, acerca de la ascensión al poder en los EE.UU., de un mulato, al que llaman negro, comienzan a derrumbarse, y esto porque Obama parece seguir los mismos lineamientos de todos los presidentes que han ostentado el poder en ese país del norte de America; es oportuno recordar que a lo largo de la historia, los gringos, han metido sus narices en asuntos internos de casi todos los países del mundo, con la excusa de que ellos son la primera potencia del planeta, y por consiguiente les corresponde defender los derechos de los mas débiles, pero ya esa teoría es agua pasada, para todos es conocido que los estadounidenses solo velan por sus propios intereses, en el 1916 y en 1965 nuestra media isla también fue victima de la injerencia del gigante del norte, y aún quedan remanentes; pero lo que queremos resaltar en esta ocasión es el caso del pueblo hondureño, que está siendo dirigido por un gobierno de facto, producto de un golpe de estado orquestado por algunos sectores políticos, militares, religiosos y empresariales, en contra del presidente legítimo de Honduras, quien fue destituido del poder y expulsado deshonrosamente de su propio país, violentando esto la carta democrática de los países que pertenecen a la Organización de Estados Americanos O. E. A. pero debilitando también la democracia interna de esa nación centroamericana, dibujando en el horizonte el peligro de que estos hechos nefastos e inaceptables, sean extrapolados hacia nuestros países, frustrando así, el proceso democrático y el estado de derecho en nuestra región americana; y a todo esto, nos llama mucho la atención la reacción tardía, tímida, y a la vez sospechosa de Washington, entonces de ahí nos nacen dos preguntas: ¿Quien es realmente el que está detrás de este golpe de estado? ¿Cuáles son los intereses que se han visto afectados durante el gobierno encabezado por Zelaya?
Está en las manos del presidente Barak Obama el cambiarle o no el rostro injerencista a esa fructífera nación.
Confiemos en que todo saldrá a la luz.
Hasta el próximo comentario.
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