Leccion de los Errores Ajenos


Lunes 3 de junio 2010
Numerosos movimientos telúricos han venido sucediéndose en la mitad del continente americano, siendo el más impactante de todos el ocurrido en Haití, que causó alrededor de trescientos mil muertos, el desplome total de cinco mil escuelas, la destrucción de su casa de gobierno, en fin, el colapso total de ese país; hecho este que se ha calificado como el más trágico del mundo en los últimos cincuenta años, y el segundo en el último siglo, solo superado por la inundación del rio Huang He en China en 1931, que cobró un saldo total de 3, 7 millones de vidas.
Estos datos han despertado mi curiosidad de saber cómo están construidas las edificaciones escolares, y las edificaciones para viviendas en nuestro país, ya sean privadas o construidas por el estado, aunque vivo en el cuarto piso de un edificio fabricado sobre terreno altamente rocoso, no deja de molestarme la incertidumbre de saber si los ingenieros que construyen en nuestro país, lo hacen en coordinación con el Instituto de Sismología para prevenir daños mayores a causa de los fenómenos naturales en cuestión.
Ojalá y no tengamos que esperar a que se repita aquí lo ocurrido en Haití para comenzar a tomar las medidas preventivas necesarias; podríamos tomar otro ejemplo de China, que en un acontecimiento similar al de nuestra vecina nación, colapsaron seis mil escuelas, por lo que fueron puestos tras las rejas los responsables de estas construcciones que tal vez, pudieron haber permanecido en pie. Permita Dios que nunca tengamos que recurrir a apresar a nadie, ni que tengamos la necesidad de convocar una cumbre de naciones para discutir la reconstrucción de la Republica Dominicana a causa de las secuelas dejadas por algún catastrófico seísmo; esperemos pues, que el Ministerio de Obras Públicas, la Oficina Supervisora de Obras del Estado y el Colegio de Arquitectos Ingenieros y Agrimensores, además de otras instituciones que pudieran intervenir en el control de calidad de las construcciones y mega-construcciones en la Republica Dominicana, tomen acciones proactivas, y actúen con responsabilidad meridiana.
Hasta el próximo comentario.
Obed Pichardo.-

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