Por Obed Pichardo.-
Al pueblo hondureño parece alejársele la esperanza de que su reclamo de la vuelta al poder del depuesto presidente constitucional de ese país, Manuel Zelaya, sea escuchado, y es que el presidente de Costa Rica que hace las veces de mediador en este conflicto, parece haber fracasado, pero nuestra preocupación mayor no es el fracaso de Oscar Arias, sino que hay un organismo que agrupa a los países de America, creado para ventilar y dar solución a los asuntos de interés de los países miembros; me refiero a La Organización de Estados Americanos (OEA.), que hasta el momento parece ser incapaz de tomar acciones, y da la impresión de que solo sabe tomar decisiones.
La debilidad mostrada por esa institución internacional nos permite pensar que ese organismo no tiene razón de existir, y además entendemos que la reacción débil mostrada ante la crisis en Honduras, podría provocar que los hondureños pierdan la fe en el apoyo que pudiera darles la comunidad internacional, abandonando así su lucha, y con esto permitir que el gobierno de facto de Micheletti adquiera legitimidad, lo que desencadenaría en un asesinato progresivo del aún nuevo sistema democrático de nuestros pueblos latinoamericanos. Entonces a los autores del golpe de estado al presidente Zelaya podríamos llamarles también, además de GORILAS; asesinos de la democracia.
Hasta el próximo comentario.
Al pueblo hondureño parece alejársele la esperanza de que su reclamo de la vuelta al poder del depuesto presidente constitucional de ese país, Manuel Zelaya, sea escuchado, y es que el presidente de Costa Rica que hace las veces de mediador en este conflicto, parece haber fracasado, pero nuestra preocupación mayor no es el fracaso de Oscar Arias, sino que hay un organismo que agrupa a los países de America, creado para ventilar y dar solución a los asuntos de interés de los países miembros; me refiero a La Organización de Estados Americanos (OEA.), que hasta el momento parece ser incapaz de tomar acciones, y da la impresión de que solo sabe tomar decisiones.
La debilidad mostrada por esa institución internacional nos permite pensar que ese organismo no tiene razón de existir, y además entendemos que la reacción débil mostrada ante la crisis en Honduras, podría provocar que los hondureños pierdan la fe en el apoyo que pudiera darles la comunidad internacional, abandonando así su lucha, y con esto permitir que el gobierno de facto de Micheletti adquiera legitimidad, lo que desencadenaría en un asesinato progresivo del aún nuevo sistema democrático de nuestros pueblos latinoamericanos. Entonces a los autores del golpe de estado al presidente Zelaya podríamos llamarles también, además de GORILAS; asesinos de la democracia.Hasta el próximo comentario.
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