¿Stand by precautorio?


LISTIN DIARIO - 6/2/2009

Julio Ortega Tous


El impacto de la crisis internacional nos lleva de nuevo al FMI. Las fuentes de financiamiento privadas siguen en crisis y su acceso es dificultoso. Lo que comenzó como una crisis financiera en Estados Unidos, ha hecho metástasis y se ha transformado en una crisis económica global.
Recientemente el Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, dijo que la crisis económica ahora amenaza con mutarse en crisis social, política y humana. A pesar de las grandes promesas de los países miembros del G20 de ayudar a los países en dificultades producto de esta crisis, nadie viene en ayuda de los más débiles. Cada cual tiene que diseñar sus soluciones y buscar sus fuentes de financiamiento.
El FMI dice que ha flexibilizado sus políticas. Dicen que ahora es mas sensible a los problemas sociales y políticos que antes desconocía. En realidad el FMI, junto a las demás entidades financieras multilaterales fueron la correa de transmisión para imponer las reformas neoliberales a través del mundo, políticas que han estado en el origen de este desastre mundial que vivimos ahora.
Pero su virtud no es reconocer sus errores sino los de los demás. Los países desarrollados han dado un giro de 180 grados en sus políticas económicas. Ahora todo es políticas de estimulo, salvamento de bancos e intervención masiva del Estado, cuando apenas hace unos meses eso era satanizado.
Sólo en Estados Unidos el déficit fiscal será este año 2009 equivalente al 13,2% del PIB. En Gran Bretaña por encima del 12,3% y la mayoría de los países desarrollados el déficit fiscal oscila entre 6 y 8% del PIB. España se acerca al 10%, cuando al cierre del 2007 tenia un superávit fiscal de 3%.
Pero los países pequeños no podemos incurrir en grandes déficits. No tenemos forma de financiarlo o es muy limitada. Por ello, la única forma de incrementar el financiamiento, es acudiendo a los organismos internacionales de crédito. Pero desde que tocamos su puerta nos dicen: “Vayan primero a hablar con el Fondo”.
Pasó así con la delegación dominicana que fue a buscar asistencia para el sector eléctrico. Y pasará con las demás solicitudes de asistencia. Varios países de America Latina lo han comprendido temprano.
El FMI tiene ahora dos ventanillas para acudir en ayuda a los necesitados de financiamiento rápido: una nueva, la llamada “Línea de Crédito Flexible (FCL)”, que sólo es concedida a “países con sólidos fundamentos y políticas macroeconómicas”. Hasta ahora únicamente Polonia (US$20.500 millones), México (US$47.000 millones) y Colombia (US$ 10.500 millones) han accedido a esa ventanilla.
Costa Rica, El Salvador y Guatemala, que han volado rápidamente a la asistencia del FMI no le han concedido acceso a la FCL. Ha firmado algo nuevo en la parafernalia de instrumentos del FMI: los llamados Stand By “Precautorios”.
Aparentemente estos acuerdos difieren de los tradicionales Stand By. Se conceden en condiciones donde no existe ni una crisis de balanza de pagos ni una crisis financiera interna, como fue el caso dominicano en 2005. Son una especie de “confort” para “comunidad internacional” que ve que un órgano “responsable” como el FMI, endosa las políticas de los países que así actúan.
El dinero que han conseguido nuestros pares centroamericanos es abundante (Guatemala US$ 935 millones; El Salvador 800 millones y Costa Rica US$ 745 millones), pero lo mas importante es que esos SBA precautorios, vienen acompañados de paquetes de recursos del BID y el BM abundantes, que permiten equilibrar los presupuestos y darle oxigeno a las necesitadas de las finanzas publicas.
También en los SBA Precautorios los países firmantes pueden decidir no usar los recursos disponibles bajo el acuerdo, que solo sirven para incremento de reservas. Sólo en caso de deterioro marcado de la Balanza de Pagos los países pueden girar los montos acordados, sin tener que ir directamente al directorio de Fondo de nuevo. Son algo así como los “acuerdos de vigilancia” que una vez se inventaron en Santo Domingo, pero con recursos disponibles y con muchos recursos de los bancos multilaterales.
En esas circunstancias, y ante la falta de asistencia de otras fuentes alternativas a tener que ir al FMI, el país debería iniciar de inmediato las conversaciones para firmar un SBA Precautorio, del mismo tipo que acordaron los países centroamericanos, porque es seguro que el Fondo considera que no somos elegibles para acceder a la FCL, que sería en todo caso más deseable. Sin embargo, lo que no puede el gobierno es perder tiempo en actuar.
¿Es el Fondo lo más deseable? Coincido con aquellos que piensan que la hipocresía política internacional quiere aplicarnos a los pequeños y débiles, medicinas que no se aplican ellos mismos. Que impera una doble moral. Pero también hay que ser realista y ver las cosas como son. Con el FMI se negocia. No es que vamos a ir con las manos arriba diciendo ¡Me rindo! antes de hablar. Podemos negociar las mejores condiciones para el país, y tenemos ya bastante experiencia en esto.
Pero las perspectivas internacionales no son muy halagüeñas y por tanto debemos adelantarnos y actuar. Se debería iniciar ya las conversaciones por un grupo compuesto por el Banco Central, la Secretaría de Estado de Hacienda y la Secretaria de Estado de Economía negocien un SBA precautorio de 12 meses con el FMI, y al mismo tiempo el paquete de ayuda presupuestaria con el BID y el BM de no menos de 1.000 a 1.500 millones de dólares, para desembolse rápidamente en los próximos 12 meses.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En vez de Consenso de Washington deberian de ponerle Consenso del World Bank y IMF

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