Persio Maldonado;El Nuevo Diario 03/04/09
Aquí les dejo el editorial del Nuevo Diario que trae una reflexio0n importante sobre la crisis y los acuerdos emanados en la cumbre de los 20.
Cada vez es menos probable vivir aislado del resto del mundo. Todo cuanto pasa nos acerca mucho más. Así es en el orden tecnológico, pero es, sobre todo, en materia de la economía y de los mecanismos para mantener los controles y en consecuencia los efectos de éstos.
Nadie podría plantearse vivir solo en un mundo globalizado, y por tanto todos los temas y las soluciones en la crisis de hoy nos toca de alguna manera. En los países grandes como en los pequeños.
La reunión en Londres, Inglaterra, de los 20 países con las economías más grandes del mundo deja claro la realidad de la crisis. Hay una recesión que nos afecta a todos y las preocupaciones que eso genera toca a todas las naciones, no importa su tamaño o su ubicación geográfica. Nadie está tan lejos como que las manos de la crisis no logren alcanzar de una forma u otra.
Su decisión de inyectar a los organismos financieros internacionales la suma de un billón de dólares tiene una intención muy específica, que es reactivar la economía mundial. No es sólo necesario que las economías grandes funcionen, también se hace necesario que las medianas y las pequeñas economías igualmente lo hagan para que estén en condiciones de comprar.
Es claro que los procedimientos financieros internacionales tienen que cambiar, pues ha quedado más que evidenciado que los grandes responsables de esta crisis han sido las malas operaciones y las especulaciones del mercado financiero en los grandes países. Los bancos comerciales y financieros, las bolsas especuladoras del dinero y de las acciones de las grandes compañías han alterado el orden lógico de una economía que tiene que ser sana para ser buena.
Ahora lo importante es que las reglas sean para todos.
Nadie podría plantearse vivir solo en un mundo globalizado, y por tanto todos los temas y las soluciones en la crisis de hoy nos toca de alguna manera. En los países grandes como en los pequeños.
La reunión en Londres, Inglaterra, de los 20 países con las economías más grandes del mundo deja claro la realidad de la crisis. Hay una recesión que nos afecta a todos y las preocupaciones que eso genera toca a todas las naciones, no importa su tamaño o su ubicación geográfica. Nadie está tan lejos como que las manos de la crisis no logren alcanzar de una forma u otra.
Su decisión de inyectar a los organismos financieros internacionales la suma de un billón de dólares tiene una intención muy específica, que es reactivar la economía mundial. No es sólo necesario que las economías grandes funcionen, también se hace necesario que las medianas y las pequeñas economías igualmente lo hagan para que estén en condiciones de comprar.
Es claro que los procedimientos financieros internacionales tienen que cambiar, pues ha quedado más que evidenciado que los grandes responsables de esta crisis han sido las malas operaciones y las especulaciones del mercado financiero en los grandes países. Los bancos comerciales y financieros, las bolsas especuladoras del dinero y de las acciones de las grandes compañías han alterado el orden lógico de una economía que tiene que ser sana para ser buena.
Ahora lo importante es que las reglas sean para todos.
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